“Qué sorpresa… y que sorpresa tan bonita”

“Qué sorpresa… y que sorpresa tan bonita” en estos términos se ha expresado monseñor David Martínez, obispo de Puerto Maldonado, ante la noticia de la próxima visita de su Santidad el Papa Francisco.

Que el Papa se haya fijado en nosotros, en este rincón de la Amazonía peruana, es un orgullo y es una alegría grande, pues nos hace sentir que somos importantes y que para el Papa y por tanto para la Iglesia, si contamos. Para los pueblos indígenas significa mucho más, puesto que es un subidón de la autoestima. Es un decir: “que bien que el Papa Francisco quiera visibilizarnos”, no sólo con su palabra sino que va hacer el esfuerzo con todo lo que significa venir desde Europa y venir a la Amazonía. Hemos preparado unos temas con la ayuda de la Conferencia Episcopal Peruana, juntamente con un grupo de formación que tenemos acá, la REPAM (Redes Eclesiales Pan Amazónicas), acerca de la visita del Papa. La ausencia de medios de comunicación así como de redes sociales y dado que la enseñanza de los misioneros está centrada en el misterio de Cristo y no tanto en la organización de la Iglesia, es importante enseñar que es un Papa, quien es el Papa Francisco y cual es su enseñanza, que rostro de Iglesia quiere ofrecer al mundo y porque viene a Puerto Maldonado, porque se ha fijado en nosotros. Y la respuesta es que para el Papa Francisco, los pueblos indígenas son importantes Y es que el Papa quiere rescatar esa problemática que hay en Madre de Dios y quiere ayudarnos a encontrar respuestas que nos conduzcan a encontrar vida. Puerto Maldonado es el equipo técnico que lidera la organización y en las zonas del Bajo Madre de Dios, son los que mantienen más relación con las comunidades indígenas y su papel en esta organización es fundamental.

Unidos por la esperanza
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